Lana del Rey
Hoy os traemos otro de nuestros discos favoritos: “Born to die” de Lana del Rey.
Hace 10 años de su lanzamiento con en él, Lana Del Rey, desdibujó la frontera entre el ámbito mainstream y el panorama alternativo, y contribuyó a definir los reclamos estéticos de la década pasada.
10 años más tarde, Born To Die se reafirma como el álbum más influyente de sus tiempos.
En mitad de un contexto en el que el estrellato pop equivalía a un espectáculo hipersexualizado de música electrónica de baile, Lana del Rey comercializó millones de álbumes con un desbordamiento lacrimógeno de relaciones de poder, drogas e introspección.
Born To Die catapultó hasta la fama internacional a una artista que había realizado incontables esfuerzos por presentarse como tal. Su contrato con Interscope Records, mismamente, fue consecuencia directa de la viralización de sus pistas más relevantes.
La estética se tangiblliza en Born To Die hasta límites insospechados, pero no se debe únicamente a la sucesión de secuencias de sus vídeos musicales; sino a una forma de composición que pavimenta la identidad compositiva de Elizabeth Grant.
Lo que nos gusta de sus letras y por lo que creemos que es una compositora única, es la carga emocional de sus versos, su sello dramático y ese talante cinematográfico tan envidiable en todo el álbum.
Las estrofas presentes en el proyecto denotan una impronta de cantautora con un talante cinematográfico envidiable. La carga emocional de sus versos, al igual que su sello dramático, la evidenciaron desde el comienzo de su trayectoria como una compositora única.
Un mérito impensable de Born To Die radica en la prevalencia de la figura de Lana Del Rey sobre sus propias narrativas.
¿Quién habría imaginado que infinidad de adolescentes se refugiarían en un imaginario digno de James Bond, entre alucinógenos y vivencias descorazonadoras?
Esta confluencia de referentes, a la cual cabe sumar su recurrencia a la simbología patriótica, la convierte -inconscientemente- en la diva de mayor trascendencia como alegoría del poder blando de la industria del entretenimiento estadounidense.
Lana del Rey solidificó su proyección artística en mitad de una lluvia de rosas florecientes, y de banderas de Estados Unidos que se ondean al son de un patriotismo de coyuntura estética, que relega su trascendencia política a un plano de menor importancia.
La evidencia más tangible de su repercusión, tan evidente en el corto plazo como apreciable una década más tarde, guarda relación con el amplio espectro de emociones negativas que retrataba con soltura y naturalidad a lo largo de sus doce cortes.
Born To Die no solo contribuyó a posicionar a Elizabeth Grant como toda una pionera del sad pop, sino que conllevó un traslado significativo de temáticas tales como la salud mental o los abusos de pareja hacia los medios de comunicación más masificados.
Para nosotros, Lana del Rey, irrumpió en la escena musical con una visión íntegra y novedosa del pop, que se conformaba de retazos adheridos a las últimas décadas de la cultura popular estadounidense, desde Marilyn Monroe hasta Britney Spears.
Además de su considerable impacto sobre diversos contemporáneos de Lana, el espectro de influencia de Born To Die permite afirmar categóricamente que la mera existencia de artistas tales como Lorde, Halsey, Billie Eilish o Melanie Martinez sería inconcebible sin su publicación.
Born To Die se convirtió en una pieza clave de los dominios de Tumblr, en una cristalización de la melancolía nunca antes vista en la cultura popular y, definitivamente, en una de las revoluciones más notorias de la historia reciente de la música.
Además de su considerable impacto sobre diversos contemporáneos de Lana, el espectro de influencia de Born To Die permite afirmar categóricamente,que, la mera existencia de artistas tales como Lorde, Halsey o Billie Eilish sería inconcebible sin su publicación.