La canción del verano, según WOW

Nuestra fama nos precede: nos gusta tanto explorar la música y lo que hace que funcione y transmita, que siempre que se acercan momentos de importancia universal extrema como unas vacaciones de verano, nuestros amigos y clientes no pueden evitar hacernos la pregunta: “¿cómo es la canción del verano perfecta para WOW?”

Con esta pregunta no nos están pidiendo música veraniega molona (que también), sino que están consultando a nivel conceptual qué buscamos en WOW para declarar un tema como hit de verano. Aprovechando esta pregunta tan interesante, vamos a analizar qué es la canción del verano, según WOW.

La respuesta cruda y realista es que hace décadas que artistas y sellos sacan singles diseñados para ser vendidos a un público más entusiasmado que de costumbre (en verano nos ponemos disfrutones) y con la guardia más baja de lo habitual (todo nos parece mejor idea). Esto hace que nos fijemos en música menos complicada, oscura o intensa que la que escuchamos rutinariamente trabajando, cocinando o porque nos da la gana. Es veranito y simplemente tenemos menos ganas de grandes catarsis musicales. 

La respuesta más jugosa es que hay rasgos y recursos característicos que podemos ir detectando al escuchar con un poquito más de atención.

No es ninguna fórmula, porque es subjetivo y depende de los gustos y el contexto de cada uno, pero mirando lo suficientemente desde arriba es divertido ver cómo emergen esas constantes, esos rasgos comunes que nos pillan desprevenidos una y otra vez.

  1. Tiene que ser memorable a la primera o a la segunda.

    Empezamos por el más obvio. El verano nos pone receptivos y nuestros oídos están más abiertos que nunca. Si una canción aborda el verano centrándose en un estribillo killer, un arreglo de trompeta o una melodía de sintetizador (la mayoría van por ahí), éstos tienen que ser memorables sí o sí. Tienen que sobrevivir al jolgorio veraniego, captar tu atención efervescente y acomodarse en tu cabeza.

  2. Si no lo es, debe pintar una escena o un mood que cualquiera pueda hacerse suyo.

    Si una candidata a canción del verano decide moverse con más sigilo e ir por la vía del mood, tiene, al menos, que llevarnos sónicamente a lugares cálidos y/o soleados. Esto no significa solamente “playa y congas” – verano también es bailar, comer y asistir a conciertos al aire libre, hacer un road trip, mantener charlas nocturnas eternas… Esto es como con cualquier forma de arte, y aplica especialmente en territorio canción del verano: conseguir pintar una escena de verano lo suficientemente personal para que sea sincera y lo suficientemente compartida para que resulte universal es lo que mueve los engranajes. Un repaso rápido a nuestros favoritos ya revela algunas constantes: ritmo, bajo melódico, pads suaves y amplios, influencias latinas, world music, coros, percusiones…

  3. Con la letra pasa igual.

    Las letras también deben invitarnos a un lugar mental y emocional común. Cuanto más común, más compartido y más popular. Sabemos que las letras pueden no ser lo más esencial para mucha gente a la hora de escuchar música, pero es innegable que un buen verso sobre bañarse en el mar de noche no estorba en un himno veraniego. Y pasa como con el mood musical de arriba: la letra tiene que ser atractiva pero real, porque hacerla demasiado literal y formulaica resulta artificial. Por eso cada vez hay menos canciones del verano literalmente tituladas ‘El Chiringuito’ o ‘Vamos A La Playa’. A veces lo más personal es lo que más resuena en la gente. Casi siempre, incluso en verano.

  4. El poder del ritmo.

    Al tener menos preocupaciones, también nos prestamos más a arranques rítmicos. La luz y el calor dinamizan y la música con groove y ritmos jugosos se convierten fácilmente en el beat de nuestras actividades de ocio. El verano nos pone físicos: como nuestro cerebro asimila los ritmos comparándolos con movimientos biológicos como el latido del corazón, la respiración o nuestro paso natural, al estar más activos en verano somos más sensibles a ritmos divertidos e interesantes. Esto puede materializarse de mil maneras: desde el seguimiento sutil de un ritmo con los pies a un subidón de bailoteo improvisado. Nunca subestimes un pulso marcado y percusión juguetona.

  5. We love samples.

    Amamos la música original como cualquiera, pero siempre defenderemos y ensalzaremos el sampling por su doble desempeño: el primero, rescatar y homenajear música increíble de la historia y transformarla en ideas nuevas y frescas; y el segundo, hacer de celestino musical y conectarnos con nuevos artistas y experiencias musicales. La energía de géneros latinos como la salsa, caribeños como el reggae y otros registros como el jazz y la bossa se prestan mucho a fusionarse con la música del momento y renacer en forma de samples veraniegos. 

    Estos son algunos de los rasgos principales que encontramos en nuestra música veraniega favorita. Por supuesto no son los únicos, y desde luego habrá canciones que nos sugieran verano de otras mil maneras, pero estos 5 básicos nos ayudan a describir lo que hace que según qué canciones o géneros funcionen y nos conquisten a la mayoría durante estas fechas soleadas.

    ¿Sabes lo que ayuda todavía más? Ejemplos chulos que los ilustren. 

    Estas son 5 canciones del verano según WOW.

    Encontrarás estas y muchas más en nuestra nueva playlist “Feels Like Summer” en Spotify.




William DeVaughn - Be Thankful For What You Got

(Be Thankful For What You Got, 1974)

Hay canciones que son moods enteros, desde la primera conga hasta el fade out final. ‘Be Thankful For What You Got’ de William DeVaughn es un soul lento, playero y disfrutón que nos transporta a un verano a la sombrita sin intensidades, dramas ni preocupaciones, solo tragos frescos y vistas bonitas.

Con solo dos acordes de órgano imitando el vaivén de la orilla del mar de fondo, DeVaughn nos anima a estar contentos y a agradecer lo que tenemos aunque no sea lo mejor.

La canción está construida en forma de vamp, un tipo de progresión de acordes corta y sencilla que no busca grandes movimientos, sino que despeja el camino a la improvisación. Y ahí es donde entra lo festivo: ese vamp termina convirtiéndose en una escena veraniega de 7 minutos gracias a los versos de su predicador chill, al bajo, a las congas y a los mordisquitos de guitarra eléctrica y vibráfono.

Dura 7 minutos pero podría durar 17 si de nosotros dependiera.

Childish Gambino - Feels Like Summer

(Summer Pack single, 2018)


Un par de meses después de sacudir al mundo entero con la viral ‘This Is America’, Donald Glover publicaba Summer Pack, un doble single digital veraniego con ‘Summertime Magic’ y la memorable ‘Feels Like Summer’, que nos traemos de cabeza a nuestra selección de canciones de verano.

Glover abandona aquí los registros más raperos para decorar con R&B pop luminoso su particular oda al verano: una oda totalmente evocadora, pero que a la vez atina a describir el verano desde el punto de vista de los efectos negativos de la contaminación y el cambio climático.

Pero lo hace con estilo, con estribillos capaces de vestir cualquier momento de un summer feeling más abstracto gracias a esa instrumentación más textural que melódica y a ese ‘it feels like summer’ universal.

Por cierto: Glover y compañía también hicieron videoclip de ‘Feels Like Summer’, que por supuesto recomendamos tanto como la canción.


Solange - Losing you

(True EP, 2012)


Además de para bailar y bañarse en el mar, el verano también es buen momento para parar y reflexionar.

Cuatro años después de un parón desde su segundo álbum Sol-Angel & The Hadley St. Dreams, Solange Knowles publicaba el EP True, un trabajo de 7 canciones algo más ecléctico y multicolor que sus referencias anteriores. En ‘Losing You’ (coescrita y coproducida con Devonté Hynes aka Blood Orange), Solange medita sobre el desenlace de una relación amorosa con resignación, pero también optimismo.

La canción maquilla muy bien el contenido reflexivo canalizando a la perfección la energía positiva del R&B ochentero desde su beat acentuado con palmas a su foco 100% vocal melódico.

Sin embargo, en ‘Losing You’ los sospechosos habituales del género (las guitarras funk y los sintetizadores secuenciados) dejan paso a un sonido más pop atmosférico basado en pads suaves y microarreglos electrónicos. Por todo ello, nosotros nos llevaríamos ‘Losing You’ a una terraza de verano o a un dancefloor relajado al principio de la noche: porque bailar sienta tan bien para celebrar lo bueno como para espantar lo malo.




Fugees - Killing Me Softly With His Song

(The Score, 1996)

Una vez los Fugees tuvieron su segundo álbum The Score (1996) más o menos encarrilado se dieron cuenta de algo: los raps sonaban increíbles, pero echaban en falta un single vocal, un estribillo hecho para cantar. Decidieron entonces abordar y versionar ‘Killing Me Softly’, un himno soul popularizado por Roberta Flack en 1973.

Como decía Wyclef Jean, el hip-hop es ecléctico por naturaleza, y el cover de Fugees de ‘Killing Me Softly’ demuestra ese espíritu aglutinador de influencias: los versos impecables de Lauryn Hill fluyen sobre un beat sampleado a A Tribe Called Quest y un discreto bajo estilo reggae, que es la única referencia armónica de la canción junto con los coros vocales.

Poco más necesita una melodía así de fuerte y evocadora, ¿no? Por esa apertura instrumental y ese soul con esa pizca de descaro tan característico de Ms. Lauryn Hill, ‘Killing Me Softly’ nos lleva a momentos menos soleados pero no menos intensos del verano.

¿Quizá a un club al principio de la noche? ¿O a un after relajado después de la fiesta? Tú decides. ‘Killing Me Softly’ ganó el Grammy a la Mejor Interpretación de R&B Vocal por un dúo o grupo en 1997 y se convirtió en el mayor éxito del trío.



Us3, Rahsaaan & Gerard Presencer - Cantaloop (Flip Fantasia)

(Hand On The Torch, 1993)

En 1992 el trío londinense Us3 apostó por fusionar samples de jazz con ritmos hip-hop y big beat y lo hizo sin pedir permiso a nadie.

Compusieron ‘Cantaloop (Flip Fantasia)’ y todo fue bien hasta que la mayor discográfica de jazz de la historia llamó a su puerta por usar samples de su catálogo.

Por suerte, lejos de vetar la fusión, Blue Note Records apostó por ese nuevo sonido acid jazz y respaldó y licenció el proyecto. Hand On The Torch, el álbum debut de Us3, salió en Blue Note en 1993 y se convirtió en su único disco de platino desde su fundación (1939) hasta la fecha.

Entre los 13 cortes de su tracklist destacamos ‘Cantaloop (Flip Fantasia)’, que no solo terminaría siendo una pionera de ese crossover, sino que su ritmazo, los raps a lo “bidi-bidi-bop” tan de la época, su icónico sample de ‘Cantaloupe Island’ de Herbie Hancock y sus licks de trompeta invocarían para siempre esa energía divertida tan noventera y veraniega. Retro no, clásico.

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