Estado de la electrónica: Te recomendamos 5 artistas interesantes
Cada vez es más difuso hablar de música electrónica porque cada vez la música es más electrónica. Gran parte del pop es música electrónica, igual que el reggaeton, el hip hop o el trap.
¿Qué es música electrónica, igualmente?
¿Un sintetizador o un sampler siguen siendo “música electrónica” en 2023?
¿Y si los toca una banda indie en directo? ¿Y si el sample es ópera y guitarra?
Para facilitar las cosas, vamos a poner el foco en la intención: músicos que emplean instrumentos no tradicionales y electrónicos y manipulación de sonido para buscar un sonido que cualquiera entiende como artificial, menos realista.
Dejando ya el diccionario de lado, es un buen momento para la música electrónica. Hace como 15 años que dejó de ser contracorriente. Sí, hace 30 años que vamos a salas y a festivales de música electrónica, pero no era tan ubicua – tenías que ir a ella. Tuvo que ser su incursión en el mainstream norteamericano (2010 - 2012) lo que la haría masiva y la convertiría en el macro género de música dominante hoy.
Pero hay algo que no ha cambiado: la buena música electrónica sigue creciendo en las escenas pequeñas o menos alumbradas, donde se llega a resultados no a base de pura estética, sino de experimentación y curiosidad.
En este artículo vamos a esas escenas y a esos artistas electrónicos que hoy, algunos underground, otros referentes, las siguen representando.
Hoy te recomendamos 5 artistas y bandas de música electrónica interesantes.
Fred Again
Podríamos hablar del Fred Again más bailable o del más oscuro y contundente, pero habiendo sacado un disco con Brian Eno el pasado 5 de mayo, nos ha parecido interesante arrancar esto a bajas revoluciones.
Que nadie se confunda: “Secret life” no es ni Eno subiéndose al carro de Fred por el tirón ni tampoco es Fred rodeándose de veteranos para ganar ninguna credibilidad. De hecho, sus caminos se cruzaron por primera vez en 2010, pero paso a paso. “Secret life” es un pase de antorcha entre líderes, entre locos, entre artistas inquietos que no se conforman con confinar su creatividad a un género o a un formato preestablecido. Conocemos a Eno, pero…
¿Quién es Fred Again?
Frederick Gibson es un compositor y productor de Londres. Su fama se multiplicó en la segunda mitad de 2022 gracias a su set en Boiler Room y a varios vídeos virales de él tocando su Maschine en una entrevista con Zane Lowe, pero lleva años en esto.
Además de sacar proyectos como su serie de discos Actual Life (música documental construida a partir de samples y bocetos cotidianos), Fred ha trabajado con básicamente todo el mundo: desde raperos drill ingleses a Ed Sheeran, FKA twigs, Romy de The xx… Y Brian Eno.
Como decíamos, su unión en Secret Life es mucho más que un interesante ejercicio conjunto: de pequeño Fred era vecino de Eno, había cantado en su coro y hasta trabajado con él en Someday World (2014). Con semejante historial, es imposible anclar a Fred en un género: ha escrito y producido house, drill, drum & bass, UK bass y ambient de la mano del padre del género.
Apúntalo: en WOW apostamos que el hambre creativa y la liquidez estética de Fred Again harán que pase a la historia.
Kelela
Después de varias colaboraciones que le valieron el fichaje por Warp Records (el sello de Aphex Twin y Boards of Canada, por ejemplo) y después de ir ganando tracción con su R&B alternativo en trabajos como su EP Hallucinogen (2015) o Take Me Apart (2017), Kelela ha publicado “RAVEN”, que será uno de los discos conceptuales del año 2023.
¿Por qué? Su mood curativo y experimental está súper presente en los dos tonos del disco: cuerpo, baile y desenfreno y pausa, descanso y reflexión.
Ese contraste de luces y ritmos ayuda a explicar el concepto del disco: según la propia Kelela, RAVEN es una “afirmación desde la perspectiva de una femme negra entre la marginación sistemática y el sonido de su propia vulnerabilidad convertida en poder”.
La norteamericana señala que lo que plantó en ella esa semilla conceptual fue su sentimiento de alienación en la música dance como mujer negra, a pesar de los orígenes negros del género. En RAVEN esto cristalizó en cortes reflexivos estilo downtempo (‘Sorbet’) y ambient pop (‘Holier’) y en auténticos bangers de sonido club underground como ‘Contact’ o ‘Happy Ending’.
Sea cual sea la rítmica en marcha, Kelela encuentra la presencia vocal perfecta: en los hits como ‘Contact’ lidera el baile a través de la melodía; en ‘Washed Away’ y ‘Far Away’ llena la atmósfera con su proyección. Estos dos últimos temas, por cierto, son el mismo: abren y cierran el disco con la misma forma y armonía, aunque ‘Far Away’ esconde alguna capa más brillante que nos delata que RAVEN salió bien.
Otra capa más. Uno de los discos electrónicos del año.
Tokimonsta
Si te pones el último episodio de Explained en Netflix, titulado ‘Music’, encontrarás a Jennifer Lee, alias Tokimonsta, explicando como en 2015 le pasó lo que sería la pesadilla de cualquiera de nosotros: la enfermedad de moyamoya hizo que perdiera la capacidad de hablar y la comprensión, lo que también segó sus habilidades musicales.
Por suerte y después de algunas intervenciones pudo ir recuperando su oído y su instinto musical y seguir con su exploración creativa del territorio del hip hop.
Una ruta que empezó en 2010 con la publicación de su debut “Midnight Menu” (fue la primera mujer en fichar por el sello de Flying Lotus), un trabajo que ya ponía sobre la mesa su baraja estilística: el beat de hip hop como hilo conductor y estilos como el glitch, el R&B alternativo y el hyperpop como toques de personalidad.
Ya recuperada de su enfermedad, Tokimonsta publicó “Fovere” (2016), en el que repetiría colaboración con Anderson Paak (su primer cruce fue ‘Realla’ en 2014), “Lune Rouge” (2017), que le valió una nominación al Mejor Álbum Dance / Electrónica en los Grammy, y “Oasis Nocturno” (2020), su trabajo más reciente.
Este último recupera aquella baraja de estilos… y un poco más: en “Oasis Nocturno” conviven beats funky (‘Get Me Some’), R&B (‘Come and Go’), house retrofuturista (‘Renter’s Anthem’) y hasta ambient con cuerdas asiáticas en el cierre (‘For my Eternal, Oh Dream My Treasure’).
Si en la portada pone Tokimonsta, sabes que dentro habrá música física, beats, energía y buen gusto.
Polo & Pan
Polo & Pan son el dúo de productores franceses embajadores de las good vibes electrónicas, ese mood de dancefloor chill e hipnótico: música de baile, pero no desfase.
Su propuesta baja un poco los bpms al house y se lo lleva de viaje a lugares bailongos como el funky vocal de bajo y sinte; y a también a registros más exóticos como la bossa nova o el tropical house con coros infantiles o melodías románticas cantadas en francés.
Su álbum de 2017, titulado “Caravelle”, fue el que hizo despegar definitivamente su carrera, dejando hits buena onda como ‘Dorothy’, house y fiestero, ‘Canopée’ en clave bossa o ‘Zoom Zoom’, construida sobre un sample del brasileño Edu Lobo. Ese mood, ese ‘sonido hecho de sonidos’ hizo que Polo & Pan se convirtieran durante esos años en un fijo de los rosters diurnos de muchísimos festivales, ofreciendo el complemento perfecto a géneros más rápidos o contundentes.
Tan solicitados estuvieron por todo el mundo que hasta 2021 no publicarían “Cyclorama”, su álbum más reciente: otra colección de música electrónica suave y divertida sazonada con sonidos orientales (‘Requiem’, ‘Oasis’), registros veraniegos (‘Feel Good’, ‘Les jolies choses’) y beats de baile como el single ‘Ani Kuni’.
Música de luz y de día.
The Blaze
Si Polo & Pan son los abanderados de esa electrónica buena onda, The Blaze son la referencia de ese techno vocal más emotivo y atmosférico. No es casualidad que su música provoque una especie de sinestesia: Guillaume y Jonathan son primos, músicos y cineastas y de esa sincronización de sensibilidades nació The Blaze.
Probablemente los conozcas por esos videoclips increíbles que combinan a la perfección sus criterios estéticos: ves el vídeo y la música resulta perfecta. Oyes la música y te genera imágenes como las de los vídeos.
Su conquista audiovisual arrancó con la publicación de su primer video single ‘Virile’ (2016) en el sello de Brodinski, que les hizo ganar el UK Music Award al mejor vídeo alternativo internacional unos meses después.
El dúo aprovecharía el tirón de ‘Virile’ para incluirlo en su primer EP Territory (2017), que también dejaría hits como la canción del mismo nombre (su vídeo más visto con 103 millones de visualizaciones) o ‘Juvenile’.
Su álbum debut Dancehall vio la luz en 2018 y cristalizó ese sonido característico The Blaze en temas como ‘HEAVEN’ o ‘QUEENS’: capas de bajo y pads, vocales emotivas manipuladas, arpegios de sintetizador y el uso de crescendos en momentos clave.
Este 2023 han publicado “JUNGLE”, su segundo trabajo, del que ya destacan temazos como ‘EYES’, ‘BLOOM’ o su última obra de arte audiovisual, ‘DREAMER’ rodado en Dakar, Senegal.
El sonido perfecto para los disfrutones de la música electrónica melódica y emotiva.